“Un llamado a la santificación”
Yo soy el Dios Todopoderoso. Anda siempre delante de mí y sé perfecto (Ge 17:1).
Dios mío, ¡crea en mí un corazón limpio! ¡Renueva en mí un espíritu de rectitud! (Sal 51:10).
Por lo tanto, sean ustedes perfectos, como su Padre que está en los cielos es perfecto (Mt 5:48).
Predicación
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